Por:
Heriberto García Orozco
¿Qué tan cuidadosos somos en nuestra forma de hablar, o de vestir, o de comer? ¿Le ponemos cuidado a todas y cada una de nuestras acciones?
A lo largo de las Escrituras encontramos personajes que descollaron por su altura espiritual, pues nunca cohonestaron con los ofrecimientos del mundo. En el caso de esta parasha, podemos ver a un hombre, Pinjas, quien con su celo logró que no se extendiera una plaga en nuestro pueblo.
Alguno pudiera decir que su reacción fue algo exagerada, pero a juzgar por el momento que estaba viviendo Israel, y la complacencia de El Eterno ante esta acción, lo que hizo Pinjas fue más que justificado.
En nuestra propia vida esto puede ser realidad, en el sentido de que es nuestro deber mostrar un gran celo por lo que es correcto e impedir que aquello que es contra la Voluntad del Santo de los santos more en nuestra alma.
Por ello, te invito a que no sólo en esta semana sino en todas las demás no seas indiferente ante lo que es malo a los ojos de HaShem y lo combatas con todas tus fuerzas, sin que por ello sea necesario pisotear la dignidad de los demás.
Shalom!.