PARASHA MISHPATIM

PARASHA MISHPATIM

 

ÉXODO 21-24

No sólo en esta parasha sino a lo largo de la Torah podemos ver que la retribución por algunas faltas es bastante

severa, llevando en algunos caminos a la muerte. Muchos, sin tener en cuenta el contexto de lo que está escrito, y peor aún, la insondable sabiduría de El Eterno, Bendito sea, se atreven a afirmar que las retribuciones son excesivas, y aún injustas.
Esto último resulta de la falta de conocimiento de la esencia del Rey de reyes. Nuestra limitada mente no puede percibir ni en una mínima parte lo que El Eterno en Su Sabiduría considera correcto e incorrecto. Por ello es que, teniendo en cuenta que Él es Justo por sobre toda justicia, es necesario que hagamos parte de nuestra vida la firme convicción de que todas las retribuciones que Él ha establecido respecto de nuestras faltas son simplemente lo que merecemos. Ni más ni menos.
¿Te quejas mucho por las adversidades que vienen a tu vida? ¿Crees que El Eterno es muy severo contigo? Entiende que Él no se equivoca, y que todo lo que te ocurre es por una razón que El Eterno sabe con toda claridad: puede ser que te esté probando, pero también que existen faltas que has cometido que demandan una justa retribución, pues El Eterno quiere que seas instrumento de Sus nobles propósitos. Y por ello quiere que seas limpio.
Ni por asomo siquiera pienses que el Santo tiene la culpa por todo lo que te pasa; más bien sé consciente de que tus faltas demandan una justa retribución. Restituye lo que has dañado, arrepiéntete y vuelve al camino del cual nunca debiste salir. Que esta semana sirva para restituir lo dañado y ser consciente de que todos nuestros errores deben ser pagados. Y mejor que tal cosa no sea en el último juicio. Así de sencillo.