KASHRUTH/KOSHER

KASHRUTH/KOSHER

CUATRO ENFOQUES EN UN SÓLO KASHRUT

"Y les dijo el Eterno a Moshé y Aarón : Decidles a los hijos de Israel: Estos son los animales que podréis comer entre los que hay sobre la tierra. Todo el que tiene pezuñas partidas y rumia podréis comer, pero no comeréis los que sólo rumian o sólo tienen pezuña partida. (Por ejemplo) el camello que rumia, pero no tiene pezuña.

De los animales que viven en el agua comeréis los que tienen aletas y escamas, tanto de los mares como de los ríos y arroyos.

Y de las aves no comeréis el águila, el quebrantahuesos, y el halieto, el cuervo, el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán.

Será para vosotros abominación todo reptil que se arrastra en la tierra.

Por cuando Yo Soy el Eterno, vuestro Di-os vosotros os santificaréis, pues, Yo Soy Santo...Esa es la ley de los animales terrestres, de las aves y de los que moran en las aguas y de todo ser que se multiplica en la tierra, para distinguir entre lo impuro y lo puro y entre el animal que puede comerse y el que no se puede comer" (Vayikrá/Levítico 11.1/47)

La Toráh en ésta y en otras parashót la obligación de comer animales puros, y la prohibición de comer impuros, pero da únicamente una breve razón a estas leyes: "No impurificaréis vuestras almas, pues Yo Soy Santo..."

La Toráh generalmente no explica los motivos específicos, sino que presenta una visión del sistema general  de los preceptos enfocados a profundizar los conceptos de santidad y justicia.

CUATRO ENFOQUES EN UN SÓLO KASHRUT

"Y les dijo el Eterno a Moshé y Aarón : Decidles a los hijos de Israel: Estos son los animales que podréis comer entre los que hay sobre la tierra. Todo el que tiene pezuñas partidas y rumia podréis comer, pero no comeréis los que sólo rumian o sólo tienen pezuña partida. (Por ejemplo) el camello que rumia, pero no tiene pezuña.

De los animales que viven en el agua comeréis los que tienen aletas y escamas, tanto de los mares como de los ríos y arroyos.

Y de las aves no comeréis el águila, el quebrantahuesos, y el halieto, el cuervo, el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán.

Será para vosotros abominación todo reptil que se arrastra en la tierra.

Por cuando Yo Soy el Eterno, vuestro Di-os vosotros os santificaréis, pues, Yo Soy Santo...Esa es la ley de los animales terrestres, de las aves y de los que moran en las aguas y de todo ser que se multiplica en la tierra, para distinguir entre lo impuro y lo puro y entre el animal que puede comerse y el que no se puede comer" (Vayikrá/Levítico 11.1/47)

La Toráh en ésta y en otras parashót la obligación de comer animales puros, y la prohibición de comer impuros, pero da únicamente una breve razón a estas leyes: "No impurificaréis vuestras almas, pues Yo Soy Santo..."

La Toráh generalmente no explica los motivos específicos, sino que presenta una visión del sistema general  de los preceptos enfocados a profundizar los conceptos de santidad y justicia.

La segunda regla prohibe el consumo de animales puros cuando se encuentran en las siguientes condiciones: "Ever min Hajá" prohibe comer carne arrancada de un animal; "Jelev" prohíbe consumir la grasa que se forma bajo el diafragma: "Dam" está prohibido beber sangre, aunque sea de un animal puro.

La tercera regla exige la "shejitá", el sacrificio del animal según las leyes rituales de la Toráh.

La cuarta regla, "Basár Vejaláv", nos indica no cocinar ni comer carne junto a la leche. Es posible reflexionar sobre el precepto del kashrut  en torno a diversas corrientes del pensamiento judío.

Mistícos, Moralistas y Símbolistas presentan sus conceptos sobre ´éste tema que, más que otros temas en el judaísmo, se tornó en uno de los pilares de la vida práctica y filosófica de nuestra tradición.

En el Bereshit (Génesis) de la Toráh leemos que en un principio el hombre fue vegetariano. Di-os le permitió comer de los árboles del Gan Edén (Jardín del Edén) pero no de sus animales.

Recién después del Mabul (Diluvio) al salir Noáj (Noé) junto a todos  los del arca, Di-os le permitió al hombre comer carne animal. El consumo de carne animal fue admitido bajo ciertos requisitos que tienen como fin lograr la compasión del ser humano hacia ellos.

Una primera aproximación de éste precepto, alega que la Toráh se preocupa por la existencia física y espiritual del ser humano. Las normas del kashrut permiten al hombre cuidar su salud, consumiendo sólo alimentos que no afecten su equilibrio corporal.

Existe una gran oposición a la explicación antes mencionada. Las mitzvót (mandamientos) no son un mero servicio que Di-os le presta al hombre, a su cuerpo y aún a su espíritu, sino un medio a través del cual el hombre realiza su misión.

Una visión relativamente moderna del concepto kashrut presenta una explicación práctica, acompañada de argumentos psicológicos. Las normas del kashrut son un medio que permite al pueblo judío diferenciarse del marco social no judío dentro del cual vive. Las mitzvót permiten preservar la unidad y la esencia del pueblo judío a través de las generaciones.

Para la comunidad, las normas diarias de la comida judía constituyen un vínculo y un recordatorio de su identidad nacional. Las leyes del kashrut, más que otros preceptos, son instrumentos sociales cuya finalidad es mantener viva la nación judía, y un instrumento psicológico para preservar la identidad de sus individuos.

El judío observante sabe, por un lado, que no puede comer en cualquier lugar el alimento que le ofrecen, y, por el otro, sabe que puede comer en la casa de todo homólogo judío en el mundo.

Una tercera corriente considera como finalidad de las mitzvót el perfeccionamiento humano. Así también son las mitzvót un medio, una especie de medicina espiritual que el hombre necesita para lograr su sanidad espiritual e integridad moral.

Las leyes del kashrut y, en general, las mitzvót constituyen un medio de educación. No sólo se trata de principios filosóficos, sino de tradiciones y actos de niños y adultos puedan asimilar.

Los tres instintos naturales más poderosos del ser humano son los impulsos por alimento, poder y sexo. El judaísmo no se propone destruir estos tres impulsos, sino controlarlos y santificarlos. Los preceptos son los que logran transformar éstos instintos en impulsos positivos en la vida del ser humano.

La Toráh no exige la extirpación del instinto, sino algo más difícil: que el hombre domine su instinto, y no que el instinto domine al hombre. Las normas de alimentación según las leyes de kashrut indican al hombre cómo controlar sus impulsos y elevarlos a un nivel de integridad y moralidad.

A continuación de la visión educativa, es  posible presentar una visión ética de las leyes del kashrut. Uno de los valores fundamentales de la Toráh trata de inculcar en el ser humano es la sensibilidad ante el sufrimiento. El sufrimiento no tiene límites, ni reglas. Cualquier tipo de sufrimiento debe despertar la sensibilidad al ser humano.

Ea así que la Toráh exige al hombre que tenga sensibilidad hacia la vida animal y su posible sufrimiento. Las leyes del kashrut, especialmente aquellas que tienen que están dirigidas a la "shejitá" (matanza ritual de los animales) nos enseñan que cuando se quita la vida a otra criatura viviente, se debe hacer de un modo más humanitario y compasivo posible.

El judío que observa las leyes del kashrut sabe que el único método por el cual se puede matar a los animales destinados al consumo es el método shejitá. En realidad, la preocupación por los animales tiene una doble intención. La Toráh no sólo se preocupa por la vida o la forma de muerte del animal, sino por el propio ser humano.

Por la interpretación mística, las leyes del kashrut tienen una influencia más profunda que su influencia ética o moral. Su principal importancia radica más en su efecto sobre el universo y sobre la personalidad del hombre. La Toráh expresa claramente que el consumo de animales impuros ejerce una influencia nociva sobre la personalidad espiritual del hombre.

Los animales cuya asimilación no se encuentran bajos las normas diéteticas de la Toráh son concebidos como aquellos que tienen un efecto directo sobre el carácter moral del ser humano. A pesar de la dificultad que presenta esta explicación ante un hombre acostumbrado al pensamiento filosófico moderno, debemos señalar que éste problema se encuentra dentro de los marcos del antiguo misterio existente entre la acción de la materia sobre el espíritu y viceversa.

Este problema ha sido motivo de inquietudes intelectuales desde Aristóteles y Platón hasta nuestros días. La teoría de la interacción psicosomática supone una existencia paralela del cuerpo y del alma que actuan mutua y recíprocamente el uno sobre el otro.

El consumo de alimentos basados en la regla del kashrut influyen positivamente sobre el espíritu del hombre y aquellos que no cumplen con estos requisitos perturban su integridad moral y espiritual.

Las leyes del kashrut y la necesidad de encontrar una explicación suficientemente convincente para ellas, nos hace formular inquietudes y preguntas que brindan a éste precepto una cualidad provocadora, a la cuál, a su vez, despierta en nosotros muchas preguntas, inquietudes e interpretaciones que alimentan y profundizan nuestra vida religiosa.

La mesa judía esta acompañada por bendiciones. El Judío no bendice al vino, bendice a Di-os sobre el vino. La vida cotidiana adquiere dimensiones religiosas.

BIBLIOGRAFÍA:

¿QUÉ ES KASHRUT? Rabino Eliahu Birnbaum - Shalom Rosenberg
Vayikrá/Levítico 11 está establecido que se puede comer y qué no, aprendamos. Depende de nosotros desobedecer u obedecer a su palabra.

Me quedó con un pensamiento judío: "El hombre es lo que come" Baruj Hu al Santo Bendito Sea por la cocina Kosher que nos ha dejado.