PARASHA BEHAALOTJA

PARASHA BEHAALOTJA

Por: Heriberto García Orozco
Sin duda sabemos que el chisme y los juicios apresurados sobre las personas están a la orden del día. No sólo vivimos a diario ese hecho inocultable con personas que conocemos de primera mano, sino que los medios de comunicación, sin la más mínima señal de vergüenza, se ponen como meta buscar chismes a como dé lugar. Todo esto demuestra cuán convulsionado está el mundo, y lo peor es que este estado de descomposición cada día que pasa va en aumento.
Dice el sabio que los chismes son como "bocados suaves", pues en no pocas oportunidades esto es una "delicia" para quienes sin ningún reparo emiten juicios sin tener en cuenta que tal cosa va contra los mejores principios éticos y morales que, por supuesto, condena la Torah de Vida.
Como lo hemos dicho en tantas oportunidades, el problema del chisme no es si es cierto o no, sino las funestas consecuencias que acarrea a quien es objeto del mismo. Y como si fuera poco, cosa difícil es restituir el honor de quien ha sido objeto de semejante bajeza. Volver un alma al estado que tenía antes de un chisme puede ser en algunos casos tarea imposible de realizar.
Por ello, qué bueno que esta semana y el resto de nuestra vidas podamos hacer el propósito de no involucrarnos en chismes; pero si en algún momento esto es inevitable, entonces nuestra obligación en no creer lo que estamos escuchando. La verdad en algún momento saldrá a flote.
Seamos santos y alejémonos de toda forma de murmuración; recuerda que no hay que hacer a nuestro prójimo lo que no queremos que nos hagan a nosotros.
Shalom!